Las Empresas Colectivas prevén un mundo interconectado que opere a nivel local primero, en lugar de último. Entonces, estas microeconomías ponen sus excedentes a disposición del comercio y la exportación en último lugar, en vez de en el primero.
La criptomoneda y la cadena de bloques (blockchain) tienen la capacidad de eliminar del flujo de trabajo del comercio a tantos intermediarios caros y procedimientos que hacen perder tiempo. Al hacer esto, permite a los humanos recuperar más de nuestro tiempo y energía para perseguir nuestros propios intereses personales, desarrollo y experiencias.
Lo que hace que una cadena de bloques o criptografía sea mejor que otra es su naturaleza descentralizada. Tradicionalmente, el poder ha requerido confianza. Ahora podemos prescindir totalmente de la confianza y utilizar sistemas "sin confianza". Sin administradores, sin líderes, sin reyes. Durante la última década, empezando por Bitcoin, hemos visto que las tecnologías con contribuyentes y comunidades fuertes son mucho más eficaces y rentables que las dictaduras corporativas de arriba abajo.